Excuse me, can I sleep in your house? – version espanola
Los expertos que viajan mucho a dedo dicen que en España es muy
difícil viajar de esta manera. La gente tiene mucho miedo, y desconfía
de los que están en medio de la carretera con una enorme mochila y un
cartel en las manos. Estoy muy emocionada porque hoy va a ser mi
primer viaje de esta manera. El destino es Francia.
Es mejor hacer dedo en alguna carretera fuera de la ciudad o, incluso,
en alguna gasolinera donde paran muchos coches. Y aquí estoy, en una
gasolinera fuera de Barcelona preguntando a la gente si van a Francia.
He conocido a Lin, un chico de Taiwan que también viaja a dedo. Los
dos vamos a Francia, y justo parece que un marroquí puede llevarnos
hasta la frontera.
En la frontera se puede ver coches de todas partes de Europa, pero
afortunadamente muchas matriculas son francesas. Sin embargo, nadie
nos quiere llevar y finalmente, preguntamos a un conductor de autobús
si puede llevarnos hasta Francia. Vamos a ir con Serafín en su autobús
de lujo. Va a Cannes a recoger a un grupo de turistas chinos y puede
dejarnos por el camino.
ANNECY
Son las nueve de la noche y toda la ciudad esta totalmente dormida.
Lin me dice que podemos preguntar a la gente si nos pueden hospedar en
su casa, y me parece una buena idea, aunque reconozco que al mismo
tiempo me muero de vergüenza. Así que empezamos a preguntar. La
formula es bastante simple.
1. Paras a un transeúnte cualquiera que camina por la calle.
2. Le preguntas si habla ingles.
3. Le explicas que estas viajando y que tienes poco dinero.
4. Finalmente, le preguntas si puedes quedarte a dormir en su casa.
Las reacciones de la gente son de lo mas curiosas:
Je, je, je, nooooo, lo siento.
Que? No, no puedo, vivo con mis padres.
Como!!!??? ja, ja, ja, buen intento pero no, ja,ja,ja,ja.
Bueno, mira, es que tengo obras en casa, y veras, no puedo, mucha suerte!
Annecy es un ciudad pequeña pero muy bonita, casi parece de juguete.
Es famosa por una prisión medieval en el casco antiguo de la ciudad al
lado del rió. La prisión es tan pequeña que da la impresión de que sus
prisioneros eran los mismos diminutos.
Nos damos una vueltita por la ciudad, y parece que cada dos tiendas
hay una heladería. Por lo visto los franceses comen mucho helado. Todo
esta cerrado pero las heladerías no paran de vender. Un grupo de
chicos esta sentado en una terraza y les preguntamos si podemos dormir
en su casa.
Je, je, je, je, se genera un momento de confusión y los chicos no
están seguros de si han comprendido bien.
Les volvemos a explicar la situación y una chica con diferentes
excusas finalmente dice que no puede.
Otro chico, Xavier, nos explica que justo hoy toda su familia, que
parece bastante numerosa, va a dormir en su casa. Solo nos queda el
ultimo chico y nos dice que si. No me lo puedo creer. Vamos a dormir
en casa de William, un estudiante de arquitectura que tiene una casa
preciosa al lado de un lago. William es muy majo, guapo y super
hospitalario Nos invita a cenar en su casa, y nos pregunta si nos
gustan los crossaint para desayunar por la mañana. Parece un buen
comienzo.
CHAMONIX
Todo esta nublado, y practicamente no se pueden ver las montanas.
Resulta que Lin tiene amigos en esta ciudad pero no se acuerda de
donde viven, por ello, después de preguntar a varias personas,
encontramos cobijo en el taller de un carpintero con vistas al Mont
Blanc. Para cenar tenemos una bolsa de patatas fritas, una lata de
sardinas y un poco de pan. A la mañana todo esta nublado pero a medida
que pasan los minutos se va abriendo una ventana entre las nubes que
descubre estas vistas 🙂
Lo interesante de viajar de esta manera es que puedes desplazarte en
muchos tipos de coches diferentes, desde los mas normalitos hasta
cochazos increíbles. Siempre me han gustado las carabanas que tienen
una casa incorporada en el interior. Y así es como por primera vez
tuve la ocasión de viajar en una carabana hippie que me llevo hasta
Suiza.
Hasta ahora puedo decir que viajar a dedo en Francia es bastante
fácil. Se espera de media unos 15 o 20 minutos y la gente es super
simpática. En estos momentos de espera he empezado a aprender chino,
Lin me esta ensenando, y ya se contar de 1 a 3.